Ir al contenido principal

El mundo en una gota de agua.



Esta foto, otra de las primeras que hice, me transmitió algo que nunca había sentido.
Fue mirar aquella gota de agua y pensar que la tenía que fotografiar.
Para esta foto solo tuve que ajustar un poco la velocidad de obturación media, (f/5.6- V/50) y con la ISO automática (200). Salió esa foto, así que para fotógrafos principiantes igual que yo, en el modo manual de la cámara y con esos parámetros.

    · ¡Espero que os guste!



























Comentarios

  1. Hola Alba, me he pasado por las páginas de tu Blog y me parece genial, la mezcla perfecta entre fotografía y alma, espero que sigas subiendo más contenido, estaré al tanto. Me gustaría compartir contigo un proyecto que tengo entre manos, aun le falta mucho para madurar, pero me encantaría saber tu opinión. Pásate si te apetece y me cuentas. Pd: Me encanta está foto, tiene ese " algo ". https://cartasparajulieta2017.wordpress.com/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, tengo nuevas ideas en mente pero no se como desarrolarlas, aun que poco a poco intentaré que todo salga como quiero.
      Y encantadísima de pasarme por la página, allá voy y te cuento. Muchas gracias de nuevo por tu opinión.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Mi mejor libro de autoayuda.

Que no, que no pienso arrepentirme de cuánto te he querido, que no pienso arrepentirme porque te quise lo más que pude, y como yo sé querer. Sí, soy humana y cometo errores, lo admito, y tú fuiste el error más bonito que yo quise cometer, aunque siempre te voy a considerar la opción más acertada que he escogido en toda mi vida. No pude dar más, ya que por mi parte lo di todo, aunque si que me hubiese gustado hacerlo mejor, y si no funcionó, quizá fue porque no tenía que funcionar, puede ser que sí pero que ese no era el momento, y que puede ser que en un futuro nos volvamos a encontrar, aunque más heridos, más mayores, y ya no es físicamente, con más hostias dadas, pero más sabios, con más ganas de comernos el mundo, y con ello, de nuevo a nosotros. Fuiste tú, quien me creaste las mejores heridas que he tenido, que me enseñaste a saber amar de verdad como nadie antes lo había hecho, que me subiste al cielo estando a escasos metros del suelo, entre sábanas, en tu cama, y sobre todo...

Y te quise, cuando no quería querer a nadie.

No entrabas en mis planes. No entrabas en mis planes, pero como en cualquier juego, la partida puede cambiar dependiendo de por quién apuestes. Y al final, aunque me costó lo hice. Entiéndeme, salía de algo serio y no me apetecía tener que estar demostrando nada a nadie que no fiera a mi misma.  Sentir, volar, caminar sin preocupaciones, pero sobre todo con la libertado que siempre me ha caracterizado. Llegaste cuando menos te necesitaba, me demostraste cosas que no quería ver... Y al final, terminé quitándome la venda y me dejé llevar, solo por el hecho de seguir siendo yo. Y joder, no me arrepiento de haberme jugado tanto por ti. No sé qué somos, tampoco quiero saberlo, pero me encanta. No sé qué nos deparará el futuro, ni tampoco si el tiempo girará en nuestra contra tarde o temprano. Lo que sí que sé, es que quiero disfrutar de esto. No sé qué pasa por tu cabeza, si me echas de menos, si me necesitas, si me quieres, si estás enamorado... pero sé que estás ahí, a mi lado, ...

Día 10. #YoMeQuedoEnCasa

Hoy voy a escribir algo diferente, que salga de mí.  Hoy en día estamos viviendo una pandemia que se está llevando a mucha gente, que está contagiando a muchas personas. Hoy, día 23 de marzo de 2020, 10 días de confinamiento, encerrada en casa. A día de hoy, podría decir que no hago más que pensar en los reencuentros. Reencontrarme con mi madre y mi padre, conocer al bebé más esperado, besar a mis abuelos. Porque además, esto me está sirviendo para darme cuenta de que tenemos que valorar más las cosas que habitualmente tenemos. Diariamente, en nuestras vidas normales, no visitamos a nuestros familiares, no llamamos a nuestros padres, no llamamos a nuestros mayores; pero me quedo con que esto, me está sirviendo para darme cuenta de que a partir de ahora, día a día les prestaré más atención, los llamaré, los besaré. Porque… ¿Qué nos cuesta decir a unos padres que los queremos? Normalmente no estamos acostumbrados a hacerlo, pero deberíamos. Familia, os quiero. Solo pienso en p...