Ir al contenido principal

Cuando cierras la puerta.

Cuesta.
Cuesta mucho y a demas duele, pero hay veces que hay que hacerlo. Tienes que echarle huevos, levantarte y cerrar la puerta de una vez.

A veces nos aferramos a personas o situaciones que por alguna razón creemos necesarias en nuestras vidas, de las cuales nos acostumbramos a que no nos fallen o a que no nos falten, a que siga doliendo, de la misma manera una y otra vez.

Al final sufrimos porque no ponemos el empeño necesario para dejar de sufrir. Quiero decir, en realidad el problema es que a veces preferimos sufrir a que se vaya el problema, que hay personas a las que le dejas siempre la puerta medio abierta por si quieren asomarse aunque tú te estés muriendo de frío.

Aunque normalmente te acabas helando. No entra, no sale, esperas y esperas, confías y, entonces, te decepcionas.

Y un día, te levantas tan helada, tiritando, casi sin poder moverte, sin fuerzas de llegar a la puerta, con dignidad y con una decisión tomada, que ojalá no la hubieras tenido que tomar, y cierras la puerta con un portazo.

Y ya está, lo has hecho, no era tan difícil.

Empiezas de nuevo, te vienen recuerdos, pasa el tiempo y luego, todo coge sentido. Entonces aprendes a que las puertas suelen tener llaves y también personas a quien dárselas. Aprendes que dejar la puerta medio abierta no es muy buena idea y que tener muchas copas e ir repartiéndolas, es cuando acabas ahogándote, al igual que tenerla cerrada siempre con pestillo.

Pero vas aprendiendo, poco a poco, hostia a hostias, y un día quizás con algo de suerte, encuentras a alguien que te trate la llave como si fuese de su vida. Alguien que siempre se ocupe de mantenerla a salvo, contra todo, sin miedos y con paciencia.

Y por supuesto, que no se me olviden las ventanas, las ventanas de las que entran los restos de lo que fuimos, recuerdos, gente imparable, que si no tiene llave, trepa por cualquier pared para meterse por cualquier sitio.


Modelo- Lidia Juan García (@lid1997)
Páginas:
Facebook- Alba Gaspar Gil
Twitter- AlbaGas (@albagaspar__)
Instagram- Alba (@albagaspar__)


Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi mejor libro de autoayuda.

Que no, que no pienso arrepentirme de cuánto te he querido, que no pienso arrepentirme porque te quise lo más que pude, y como yo sé querer. Sí, soy humana y cometo errores, lo admito, y tú fuiste el error más bonito que yo quise cometer, aunque siempre te voy a considerar la opción más acertada que he escogido en toda mi vida. No pude dar más, ya que por mi parte lo di todo, aunque si que me hubiese gustado hacerlo mejor, y si no funcionó, quizá fue porque no tenía que funcionar, puede ser que sí pero que ese no era el momento, y que puede ser que en un futuro nos volvamos a encontrar, aunque más heridos, más mayores, y ya no es físicamente, con más hostias dadas, pero más sabios, con más ganas de comernos el mundo, y con ello, de nuevo a nosotros. Fuiste tú, quien me creaste las mejores heridas que he tenido, que me enseñaste a saber amar de verdad como nadie antes lo había hecho, que me subiste al cielo estando a escasos metros del suelo, entre sábanas, en tu cama, y sobre todo...

Y te quise, cuando no quería querer a nadie.

No entrabas en mis planes. No entrabas en mis planes, pero como en cualquier juego, la partida puede cambiar dependiendo de por quién apuestes. Y al final, aunque me costó lo hice. Entiéndeme, salía de algo serio y no me apetecía tener que estar demostrando nada a nadie que no fiera a mi misma.  Sentir, volar, caminar sin preocupaciones, pero sobre todo con la libertado que siempre me ha caracterizado. Llegaste cuando menos te necesitaba, me demostraste cosas que no quería ver... Y al final, terminé quitándome la venda y me dejé llevar, solo por el hecho de seguir siendo yo. Y joder, no me arrepiento de haberme jugado tanto por ti. No sé qué somos, tampoco quiero saberlo, pero me encanta. No sé qué nos deparará el futuro, ni tampoco si el tiempo girará en nuestra contra tarde o temprano. Lo que sí que sé, es que quiero disfrutar de esto. No sé qué pasa por tu cabeza, si me echas de menos, si me necesitas, si me quieres, si estás enamorado... pero sé que estás ahí, a mi lado, ...

Día 10. #YoMeQuedoEnCasa

Hoy voy a escribir algo diferente, que salga de mí.  Hoy en día estamos viviendo una pandemia que se está llevando a mucha gente, que está contagiando a muchas personas. Hoy, día 23 de marzo de 2020, 10 días de confinamiento, encerrada en casa. A día de hoy, podría decir que no hago más que pensar en los reencuentros. Reencontrarme con mi madre y mi padre, conocer al bebé más esperado, besar a mis abuelos. Porque además, esto me está sirviendo para darme cuenta de que tenemos que valorar más las cosas que habitualmente tenemos. Diariamente, en nuestras vidas normales, no visitamos a nuestros familiares, no llamamos a nuestros padres, no llamamos a nuestros mayores; pero me quedo con que esto, me está sirviendo para darme cuenta de que a partir de ahora, día a día les prestaré más atención, los llamaré, los besaré. Porque… ¿Qué nos cuesta decir a unos padres que los queremos? Normalmente no estamos acostumbrados a hacerlo, pero deberíamos. Familia, os quiero. Solo pienso en p...