Ir al contenido principal

Prometí cambiarte la vida.

No te prometo estar para toda la vida, pero sí te prometo cambiartela. Quiero que des un vuelco cuando me veas llegar, y que no vuelva a ser la misma si me marcho. 
Quiero demostrarte que las chicas locas también sabemos querer de verdad y, que merece la pena romperse el corazón por alguien que es sincero. 
Te quiero a mi lado y, juro, que no seremos un simple nosotros que irá a parar al mar sin razón y sin retorno. Porque, yo, prometo cambiarte tanto la vida que no sabrás jamás volver al inicio sin mí de la mano. 
Además, te juro que te haré sonreír en invierno y abrazarte en verano aunque haga calor, porque no vamos a ser normales; lo nuestro nunca será normal y te darás cuenta con el paso de los días. Porque soy de esas personas que se prometen a sí mismas alterar corazones con tal de hacer sonreír a la persona. 
Una vez, me dijeron que al menos, una vez en la vida, tenía que cambiarle la vida a alguien, fuese el tiempo que fuese. Y eso, es bonito incluso aunque no dure. 
¿Sabes? No es ningún farol eso de que quiero quererte hasta que te desvivas por mí, pero te advierto, y esto no es una amenaza, que cuando yo no esté, si es que algún día llego a marcharme, que me verás en todos los balcones y cristales de la ciudad, que escucharás mi nombre en canciones de tus cantantes favoritos y, además, soñarás conmigo incluso cuando estés despierto. Y todo, porque prometí cambiarte la vida. 
Así que, vamos a dejarnos llevar un rato para, después, hacer de lo nuestro un cuento. Tú mi víctima, yo vampiro. 
Y que sepas, que sacaré fuerzas para empujarte y ganas de donde no las haya, pero lo que no faltará será tiempo para quererte, para querernos. 
Te enamorarás de mi aunque lo niegues siempre porque en su día dije, querer cambiarte la vida para bien.
Y solo, para que cuando me marche, si es que llego a hacerlo algún día, jamás te olvides de mí y de mi magia, porque prometo que seré esa chica de la que un día te llegaste a enamorar hasta perder la noción del tiempo.
Te vuelvo a prometer que jamás me olvidarás porque hasta mis silencios te romperán los esquemas y... no volverás a ser el mismo. 

-Irene Jotadé-

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi mejor libro de autoayuda.

Que no, que no pienso arrepentirme de cuánto te he querido, que no pienso arrepentirme porque te quise lo más que pude, y como yo sé querer. Sí, soy humana y cometo errores, lo admito, y tú fuiste el error más bonito que yo quise cometer, aunque siempre te voy a considerar la opción más acertada que he escogido en toda mi vida. No pude dar más, ya que por mi parte lo di todo, aunque si que me hubiese gustado hacerlo mejor, y si no funcionó, quizá fue porque no tenía que funcionar, puede ser que sí pero que ese no era el momento, y que puede ser que en un futuro nos volvamos a encontrar, aunque más heridos, más mayores, y ya no es físicamente, con más hostias dadas, pero más sabios, con más ganas de comernos el mundo, y con ello, de nuevo a nosotros. Fuiste tú, quien me creaste las mejores heridas que he tenido, que me enseñaste a saber amar de verdad como nadie antes lo había hecho, que me subiste al cielo estando a escasos metros del suelo, entre sábanas, en tu cama, y sobre todo...

Queriendo en silencio.

Todavía te pienso cuando creo que no lo hago, cuando me preguntan si ya he olvidado, cuando miro a la luna porque dijimos que estuviésemos donde estuviésemos, no estaríamos tan lejos si la veíamos en el cielo. Busco tus ojos entre la gente deseando encontrarlos para pedirles que se queden. Vuelvo a fallar, a esperar un salvavidas que no caerá en el mar mientras yo me ahogo en mis propios pensamientos al creer que volverás, como un náufrago a la deriva en un juego de azar. ¿Qué hicimos mal? ¿Por qué no vuelve todo a atrás? ¿Por qué cuánto más quiero olvidarte, antes vuelves a mi mente para decir que nunca te irás? Cada recuerdo que lleva por dentro y que le es imposible sacar, que si tuviese la oportunidad de volver a conocerte, lo haría, aun sabiendo lo que va a pasar, aun conociéndote como te conozco ahora. Todavía pienso en cada herida qué cosiste y en cada beso a todas las cicatrices, los paseos bajo la lluvia, en los que daba igual mojarse y cada manera en la que hiciste desa...

Doce vidas.

Voy a partirme el pecho para escribir esto, así que si quieres, aprovecha y cuélate dentro. Qué fácil sería tenerte ahí toda una vida, quizás por eso te pido doce, y quizás por eso mismo debería pedirte unas cuantas más. Yo por mi parte, sigo sin entender qué es lo que has visto en mí, pero sea lo que sea, no quiero que dejes de mirarme así. Porque tiemblo, sé que eres tú porque tiemblo, porque ya me imaginé besándote seis veces antes de besarte, antes de siquiera conocerte. Porque no te puedes imaginar cuánto llegué a temer a tus labios. Sé que eres tú porque existes, porque lates y me paras el corazón y lo manejas a tu antojo cuando duermes sobre mi pecho. Sé que eres tú porque desde que llegaste, mi único miedo son tus miedos, y te juro que ahora envidio a la niña que temía al monstruo de debajo de mi cama. Pensar en tus dudas me tambalea la vida, déjame sacarlas a bailar, que ya se que no tengo ritmo pero es que me encanta verte reir. Porque yo hice esperar 45 minutos, ...